Si estás pensando en hacer una escapada a Lloret de Mar con tu familia este verano, queremos compartir contigo algunos de los lugares imprescindibles para visitar en el sur de la Costa Brava, desde Blanes hasta Palamós.
El Castillo de Santa María, más conocido como el Castillo d’en Plaja, es uno de edificios más emblemáticos de la ciudad de Lloret de Mar. Está situado a pie de playa, junto a la cala de Sa Caleta, en el extremo norte de la Platja Gran de Lloret.
Este castillo de estilo neogótico, obra del arquitecto gerundense Isidor Bosch i Bataller, se empezó a construir en 1933 y se acabó a mediados de los cuarenta. Para su construcción, se utilizaron piedras extraídas del terreno.
Destacan sus bellas torres almenaras y sus ventanas en forma ojival y, además, cuenta con un camino privado protegido por un muro de piedra que finaliza en un pequeño mirador sobre el mar desde el cual se puede disfrutar de unas maravillosas vistas.
Actualmente, el edificio es propiedad del empresario gerundense Narcís Plaja Martí, casado con María Vilà i Ruyra, sobrina del escritor Joaquim Ruyra, considerado uno de los grandes cuentistas modernos del siglo XX.
Es perfecto para visitar en familia durante cualquier momento del día mientras das una vuelta por el paseo marítimo de Lloret de Mar.
Los Jardines de Santa Clotilde son uno de los rincones más bonitos y románticos de Lloret de Mar. Están situados encima de un acantilado entre Cala Boadella y la playa de Fenals, con unas vistas panorámicas inmejorables de la Costa Brava.
Estos jardines fueron diseñados en 1919 por Nicolau Maria Rubió i Tudurí y se caracterizan por una clara influencia del modelo renacentista italiano (con terrazas superpuestas, caminos que se entrecruzan, rampas, escaleras, esculturas, fuentes y estanques), perfectamente conjuntado con la obra arquitectónica de los alrededores.
Con de más de 25.000 m2, los Jardines de Santa Clotilde están considerados como uno de los mejores jardines botánicos mediterráneos de Europa. Un paseo ideal para descubrir la flora autóctona mediterránea y donde la brisa marina se confunde con el agradable aroma de las flores.
El precio de entrada a los jardines es de 6€ y los horarios de apertura se pueden consultar en la oficina de turismo de Lloret de Mar.
Además, durante las próximas semanas de agosto se podrá disfrutar del Festival Som de Mar, un ciclo familiar de 9 días seguidos de conciertos en los Jardines de Santa Clotilde. Si quieres más información, no dudes en consultar nuestro post sobre el festival.
La Iglesia de Sant Romà está ubicada en el centro del municipio, en la Plaça de l’Església de Lloret de Mar. Este edificio refleja claramente las dos épocas de construcción y arquitectura en qué fue construida.
Por un lado, el estilo gótico de la parte frontal del edificio, con su portal e interiores austeros, construidos en el siglo XVI. Y en contraposición, el color de las cúpulas y el mosaico de los doce apóstoles, inspirados en el arte del movimiento modernista de finales del siglo XIX.
El retablo del altar mayor fue encargado por los jurados de la Universidad de Lloret, en el año 1541, a los pintores Pere Serafí y Jaume Fontanet.
La iglesia ha sido modificada y ampliada en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Una de las reformas más importantes fue obra del arquitecto modernista Bonaventura Conill i Montobbio a principios del siglo XX y consistió en una profunda adaptación al estilo modernista, revistiendo todo el templo con mosaicos y utilizando la técnica del trencadís, con dos capillas laterales, la del Santíssim y la Baptismal.
La entrada a la Iglesia de Sant Romà es gratuita y se puede visitar todos los días de 9.30h a 12h y de 16h a 19.30h.
El Castillo de Sant Joan, también conocido como el Castillo de Forcadell, se encuentra en la cima de la colina de Sant Joan de Blanes, a 173 metros de altura sobre el nivel del mar.
Es el lugar ideal para disfrutar de las mejores vistas de Blanes y su perfil de costa con los tuyos. Desde este punto se pueden ver la sierra de las Gavarres, la cordillera litoral y el Montseny. Los días que el cielo está despejado, se puede llegar a divisar la silueta de la montaña de Montjuïc, en Barcelona.
Fue construido a mediados del siglo XIII para vigilar las incursiones marítimas de los piratas. Estaba formado por un recinto amurallado, con una torre con base cilíndrica de 15 metros de altura.
El castillo fue perdiendo su importancia estratégica a partir de finales del siglo XV y quedó abandonado hasta que se instaló una estación de telegrafía óptica militar a mediados del siglo XIX. Más tarde, durante la guerra civil española, se utilizó como refugio.
El Jardín botánico de Marimurtra fue fundado en 1924 por Karl Faust, un hombre de negocios y mecenas científico alemán. Está ubicado en el Passeig de Carles Faust de Blanes, sobre unos acantilados que bordean el mar.
El jardín tiene 16 hectáreas de extensión y dispone de más de 4.000 especies. El jardín subtropical contiene una interesante colección de cactus; el jardín temperado, de bambúes y palmeras chilenas, y el Jardín Mediterráneo, de olivos.
Desde su fundación, el Jardín Botánico Marimurtra se ha convertido en un centro de inspiración para jardineros de todo el mundo y un lugar de aprendizaje para estudiantes y profesionales. Igual que los Jardines de Santa Clotilde, está considerado uno de los mejores jardines botánicos mediterráneos de Europa.
Uno de los escenarios más cautivadores del jardín es el Templete de Linneo, un excepcional mirador sobre Cala Forcanera con vistas panorámicas al mar Mediterráneo.
El precio de la entrada al jardín botánico es de 7€. Los horarios se pueden consultar en la página web oficial del Jardín Botánico Marimurtra.
Tossa de Mar es una de las localidades con más encanto del sur de la Costa Brava y no sería lo que es si no fuera por su muralla, situada en la Vila Vella del municipio, construida entre los siglos XII y XIV como defensa contra la piratería.
Tiene un perímetro de unos 300 metros y siete torres de planta circular ataludada y cuerpo cilíndrico, la torre situada más al este recibe el nombre de Torre d’en Joanàs. También se han conservado los vestigios de la primitiva iglesia parroquial, de estilo gótico, dedicada a San Vicente.
Dentro de la muralla se pueden encontrar calles estrechas y empinadas y casas de piedras centenarias, aunque la mayoría de los espacios están dedicados al comercio y restauración.
En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y, actualmente, Tossa de Mar es el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía existe en la costa catalana.
Tanto la muralla como la Vila Vella de Tossa de Mar son perfectas para visitar con niños, ya que se pueden recorrer perfectamente a pie.
Tanto en el sur como en el norte de la Costa Brava, las mejores vistas las podemos encontrar bordeando la costa.
Camino de Ronda es el nombre por el que se conocen los caminos que utilizaba la guardia civil para controlar la frontera marítima española y evitar el contrabando. Actualmente, es un atractivo paseo que recorre todo el litoral gerundense.
Algunos de los recorridos más populares son el que va de la playa de Sant Pol hasta la playa de Sa Conca, ambas ubicadas en S’Agaró. Al inicio del recorrido podrás observar las famosas casetas de colores de la playa de Sant Pol (utilizadas como cambiadores, con cerca de 100 años de antigüedad) y en la mitad del recorrido te encontrarás con un mirador con forma de templete con unas vistas espectaculares al mar.
Otro bonito recorrido es el de la playa de La Fosca hasta Cala del Castell, en Palamós. Durante este recorrido entre dos hermosas playas, te encontrarás con Cala S’Alguer, una cala ubicada en un pequeño pueblo de pescadores, con casas blancas, grandes portones de madera pintados de diferentes colores y las típicas barcas de pescadores. En definitiva, una de las calas más bonitas de la Costa Brava.
Los dos caminos son bastante sencillos y se pueden recorrer perfectamente a pie. Además, son perfectos para realizar en cualquier época del año.
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El hotel Rosamar & Spa, ubicado a primera línea de playa, ofrece todos los servicios para que tanto niños como adultos puedan disfrutar al máximo de su estancia. Con servicio de spa, piscina, zona de fitness, restaurantes… ¡y mucho más!
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