Lloret de Mar es una ciudad con mucha historia en la que se esconden multitud de lugares que no te puedes perder si tienes la oportunidad de visitar la Costa Brava. ¡Descubre qué ver y hacer en Lloret de Mar!
El Castillo de Santa María, más conocido como el Castillo d’en Plaja, situado en la pequeña y tranquila cala de Sa Caleta (ubicada entre Cala Canyelles y la playa de Lloret), es uno de los edificios más emblemáticos de Lloret de Mar.
Este majestuoso castillo de estilo neogótico fue obra del arquitecto gerundense Isidor Bosch i Bataller. Se empezó a construir en 1933 y fue terminado después de la Guerra Civil Española. Destaca por sus torres de planta circular, las ventanas en forma ojival y el pequeño mirador con vistas al mar al que se accede a través de un camino privado.
Actualmente, es propiedad del empresario gerundense Narcís Plaja Martí, casado con María Vilà i Ruyra, sobrina del escritor catalán Joaquim Ruyra. Se puede llegar al Castillo d’en Plaja por el paseo marítimo de la playa o desde el Camino de Ronda.
Uno de los lugares imprescindibles para visitar en el centro de Lloret de Mar es la Iglesia de San Romà, situada en la plaza de la Iglesia.
Este edificio fue construido entre 1509 y 1522 y reconstruido en 1914 gracias a la financiación de los indianos, motivo por el cual hoy en día refleja dos épocas de construcción y arquitectura tan diferentes como el estilo gótico y el estilo modernista.
Esta iglesia destaca por su templo revestido con mosaicos utilizando la técnica del trencadís empleada por Antoni Gaudí, que consistía en unir con argamasa fragmentos de cerámica de tamaños uniformes.
Los Jardines de Santa Clotilde son, sin lugar a duda, uno de los rincones con más encanto de Lloret de Mar. Situados sobre un acantilado entre la playa de Fenals y Sa Boadella, con espectaculares vistas al Mar Mediterráneo, estos jardines de inspiración renacentista con esculturas y estanques fueron diseñados en 1919 por el arquitecto Nicolau Rubió i Tudurí.
El precio de la entrada a los Jardines de Santa Clotilde es bastante asequible y sus horarios de apertura y cierre se pueden consultar en la web de la oficina de turismo de Lloret de Mar.
Descubre los Jardines de Santa Clotilde y otros jardines de la Costa Brava en este post.
Uno de los lugares más románticos de Lloret de Mar es el Mirador de la Dona Marinera, uno de los miradores con mejores vistas panorámicas de la Costa Brava, situado entre la playa grande de Lloret de Mar y Cala Banys.
En él se encuentra una escultura de bronce de 2,40 metros de altura, obra del escultor catalán Ernest Maragall, que representa una figura femenina mirando y saludando al mar, simbolizando las mujeres que esperaban la llegada de los marineros. Un homenaje al pasado pesquero de la población.
Cuenta la leyenda que aquellos que toquen el pie de la estatua mirando al horizonte verán sus deseos hacerse realidad.
Echa un vistazo a nuestro post sobre el Mirador de la Dona Marinera para saber más.
Una de las razones principales para visitar Lloret de Mar son las playas y calas de la Costa Brava. Además, es uno de los municipios catalanes con más distinciones de “Banderas Azules” por su cumplimiento con las condiciones ambientales e instalaciones.
En esta localidad costera podemos encontrar la playa de Lloret de Mar, situada en el centro del municipio, justo enfrente de la Plaza de la Vila; playa de Fenals, la segunda playa más grande de Lloret de Mar, y la playa de Santa Cristina, una pequeña playa semi-urbana situada al sur del núcleo urbano.
Además de las playas, Lloret de Mar cuenta con calas como Sa Caleta, ubicada al norte de la playa de Lloret, justo enfrente el Castell d’en Plaja; Sa Boadella, cala con una zona específica para nudistas; Cala Banys, cala rocosa con uno de los bar-restaurantes con más encanto de Lloret de Mar, y Cala Treumal, en el extremo sur de la playa de Santa Cristina.
Para más información, visita nuestro post sobre playas y calas de Lloret de Mar.
Una de las mejores propuestas para conocer el entorno de Lloret de Mar y a la vez hacer ejercicio es recorrer el Camino de Ronda, un sendero que bordea el litoral de la costa mediterránea pasando cerca de acantilados y calas. En Lloret de Mar hay dos rutas que llevan hasta las localidades costeras vecinas.
El tramo de Lloret de Mar hasta Tossa de Mar, de aproximadamente 11 kilómetros, pasar por el Castillo d’en Plaja, el poblado ibérico de Turó Rodó, algunas calas como Cala dels Frares y Cala d’en Trons o el Club Náutico en Cala Canyelles hasta llegar a los pies de las murallas de Tossa de Mar.
El tramo de Lloret de Mar hasta Blanes, de unos 8,5 kilómetros, pasa por las principales playas de la localidad lloretense, como Cala Banys, Playa de Fenals, cala Sa Boadella, playa de Santa Cristina y la Cala Treumal, antes de llegar a Cala Sant Francesc y Sa Forcanera, terminando en la roca de Sa Palomera.
Si quieres saber más sobre estos dos recorridos, puedes consultar nuestro post sobre los tramos del GR 92 en Lloret de Mar.
Si te apetece dar un paseo frente al mar, el Paseo Mossèn Jacint Verdaguer es el lugar perfecto. Se trata de un paseo de arena roja de 300 metros de largo por 50 metros de ancho rodeado de palmeras situado delante de la Playa de Lloret de Mar.
Fue promovido por los indianos que edificaron sus casas cerca del mar e inspirado en al ambiente colonial de las Américas. En un extremo del paseo podemos encontrar la Casa de la Vila y en el otro la Casa Garriga, otras dos construcciones de la época indiana.
Conocida también como “Cal Conde” o “Can Piuet”, Can Font es uno de los edificios de estilo modernista de Lloret de Mar que si o si hay que visitar. Dispone de sótano, bajo, primero y segundo piso, buhardilla y patio, unidas por una escalera situada en el centro del edificio, y todavía conserva la decoración de los techos, las paredes y el mobiliario original de la época.
El inmueble fue construido en 1887 por encargo del indiano Nicolau Font i Maig. El ayuntamiento de Lloret de Mar adquirió el inmueble en 1981 y es la única casa-museo pública de estilo indiano que se conserva actualmente en Cataluña.
Aunque pueda parecer sorprendente incluir un cementerio entre los diez lugares imprescindibles de la población, el cementerio modernista de Lloret de Mar, declarado como Bien de Interés Cultural, es uno de los principales ejemplos de arte fúnebre del siglo XIX de Cataluña, al ser inspirado en un pequeño pueblo para los difuntos, con avenidas, calles y panteones.
La reforma del cementerio fue impulsada a finales del siglo XIX por los indianos, cuando se cambió el emplazamiento del cementerio y se encargó el proyecto al arquitecto Joaquim Artau i Fàbregas, en el que también participaron arquitectos del prestigio como Josep Puig i Cadafalch y Bonaventura Conill Montobbio, discípulo de Antoni Gaudí.
El último lugar para visitar de esta lista es el Castillo de Sant Joan de Lloret de Mar, que se encuentra en lo alto de una colina entre la Playa de Lloret de Mar y la playa de Fenals. Data del siglo XI d.C., cuando se originó la población de Lloret de Mar, y su función era proteger la región de los ataques por mar.
El castillo resistió durante las batallas a lo largo de los años hasta los bombardeos británicos de 1805, que tuvieron efectos desastrosos en la torre, lo cual supuso la destrucción definitiva del recinto fortificado.
Para conseguir unas vistas espectaculares de la costa de Lloret y disfrutar de los contrastes del azul del mar y su entorno montañoso, podéis subir a la torre del castillo. Aunque la entrada al recinto no es gratuita, el precio es bastante asequible.
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